Los Breil Manta son una leyenda, son codiciados y buscados, muy guapos y bien parecidos, y suelen ser muy preciados por los coleccionistas. A mí me encantan, pero a la vez no deseo pagar cualquier cosa por ellos.
Este pequeño Breil Manta llegó hace poco a mis cajas y a un precio contenido: tiene un rabioso dorado noventero, un excelente calibre Miyota, y toda la historia de Breil (para bien, o para mal) que lo acompaña.