Citizen Wind Jack "Windsurfer" D120, 1978

Amo las cajas de zapatos.
Y ustedes se preguntarán por qué.
Pues, las amo porque allí suelo encontrar tesoros que de otra manera no se me cruzarían.
El último cruce maravilloso que tuve con una caja de zapatos fue en Lecce.

Resulta que mi marido fuimos a visitar a un anticuario que posee un negocio de restauración y antigüedades fabuloso. Pues fuimos allí, preguntamos, tocamos, disfrutamos; el negocio es espectacular. Y entre los miles de artículos (todos de primerísima calidad) vi que este señor tenía un rejunte de relojes en una caja de zapatos; todos maltrechos y sin funcionar. Y por entre ese menjunje de relojes se apareció de pronto... ¡este Citizen Wind Jack D120! No salía de mi asombro, estaba que no podía creer la suerte que me estaba asistiendo. 
Ni bien me repuse de la sorpresa pregunté el precio (10 eurillos), pagué sin chistar, y se vino a casa. Como se imaginarán, el pobre reloj estaba muy maltrecho, inservible, y en un estado de tirar a la basura.

Cuando nuestro viaje terminó, y ya en casa, puse manos a la obra: lo desarmé, reparé el pulsador madre que no funcionaba, lo pulí, y el reloj quedó muy bien (aunque se notan, y mucho, las heridas de guerra). 

Sobre el reloj y el modelo en sí no sé mucho. Pero lo muy poco que sé se los cuento: es de 1978 (u 1988); fue un modelo poco exitoso; su módulo es el D120, que se empezó a usar en 1978. 
El reloj posee luz, alarma, dos timer retrógrados, cronómetro, hora dual; fecha, día y hora en dos formatos: 24 o 12. Además, posee doble escala lumínica de 60 segundos, y una pantalla pequeña adicional de segundos.
Una curiosidad: el calendario estaba puesto y acotado de fábrica hasta 2002, y entonces para usarlo en 2024 tuve que buscarle un año de correspondencia, y que resultó ser 1996.



 

Sicura adosado a un reloj de arena, calibre de cuerda manual EB 8021N

 Durante unos días en el mes de marzo de 2024 mi marido y yo paseamos por Madrid. Por suerte, también coincidió que pudimos ir a El Rastro, que es el mercadillo de ocasión que se realiza todos los domingos en el centro de la ciudad (y que es el mercado de pulgas más famoso de España); fuimos allí para merodear y viborear a ver qué podíamos encontrar de interesante, y no nos defraudó. Una de las cosas muy interesantes que encontré, fue este maravilloso reloj Sicura montado sobre un reloj de arena.

La estructura dónde está montado el reloj Sicura es metálica, y el reloj de arena mide dos minutos. El movimiento mecánico montado por el Sicura es el EB 8021N, es decir, un Bettlach muy resultón y resistente. Si bien los Bettlach nunca despuntaron por ser excelentes calibres, me parece que han demostrado ser batalleros y confiables. 

En cuanto a Sicura: se fundó en 1939 pero con el nombre Gobber; y no fue hasta 1955 que cambia el nombre por Sicura. En 1960 toma las riendas de la empresa el ya mítico Ernest Frederick Schneider, que en aquel momento era el yerno del dueño de Sicura, Theodore Staellos. 

La época dorada de Sicura fue, precisamente, la comandada por Schneider (más o menos desde los '60 hasta los '80), en la que Sicura llega a tener varias fábricas de ensamblaje, cajas y rubíes sintéticos. Y para sorpresa de muchos, Sicura salió entera y fuerte de la crisis del cuarzo que casi pone en jaque mate al resto de la industria relojera suiza. 
Como muchos de ustedes ya saben, en 1979 Schneider compró Breitling, y decidió, al mismo tiempo, sacar del negocio a Sicura.