Cronógrafo SEIKO 6139 - 6020 T DAY/DATE CHRONO BISEL INTERNO GIRATORIO PULSÓMETRO ( 1970 )

 Este magnifico chrono es una muestra mas de por qué los Seikos son irresistibles. Tiene el dial lacado y fondo azul firmado chronograph automatic, agujas e índices con material luminiscente. El bisel interno con función médica para medir pulsaciones, se acciona girando la corona.

Medidas:
Ancho, 40 mm.
Largo, 46 mm.
Distancia entre asas, 19 mm.
Calibre Seiko 6139b. Cronógrafo automático sistema rueda de pilares, contador para 30min. 17 rubís y 21600 a/h.




Reloj de dama Tag Heur Professional Diver WD 1410-00 calibre TAG 3.26 - ETA 956.414 - ( 1995 )

 Sin ser una enamorada de la marca ( en realidad me gustan mas los Heur que los TAG ) reconozco que la pieza que tengo es maravillosa. ¡Y tampoco me gustan los diver ! Y sin embargo... acá está el chiquitín: 200 m. testeados,  bisel giratorio unidireccional, ¡¡¡¡¡ y cuarzo !!!!! Con lo tan poquito que me gustan los cuarzos.....


La historia de este reloj es graciosa: lo gané en una subasta en la que entré una madrugada de insomnio sin intención siquiera que el reloj llegara a mis manos. Participo en muchas subastas, pero solo por diversión. Ya tenía un ETA igual ( el Breil ) y no quería otro. Perrrrroooooo.....
Este bucito me fue ganando el corazón poco a poco.





   

Thin Este Croton calibre 654 T 30 ( 1930 )

 Este particular reloj, con sus espaldas trabajadoras y con una historia llena de altibajos - como toda historia - es una marca de USA ( al igual que lo fue Bulova) que supo hacer relojes duros y para martillar. Tiene un precioso calibre muy generoso en la marcha y que verdaderamente es una delicia escucharlo. Esta marca no fue popular en Argentina - como sí los Election - pero lo hubiese sido de haber encontrado distribuidor:






UMF Ruhla calibre UMF 24-33 ( 1976 )

 Supongo que aquella Alemania brutal necesitaba de relojes precisos, duros y confiables para sus trabajadores. Este Ruhla cumple acabadamente con aquellos preceptos de la ex RDA: servir a los propósitos de un estado elefantiásico, insensible e ingrato con ritmo, simpleza y falta de ostentación. Los Ruhla representaron en su momento una suerte de status; sus portación connotaba contactos importantes en el partido a la vez que denotaba una violencia simbólica para con aquél que no era merecedor de tenerlo en la muñeca.

Este hermoso reloj tiene un UMF 24-33 de 7.75 `` y ningún rubí.






Damas calibre Beguelin 18 ( circa 1950 )

 Aunque cueste creerlo - y los Rolexistas se sientan mal - la afamada casa coronada utilizó movimientos de otras manufacturas. Como los Beguelin 18 ¡¡¡¡ maquinones !!!!








Titus de dotación militar del Ejército Argentino calibre ETA 811 ( 1948 )

 Sin ser mi debilidad, los relojes militares me llaman la atención. Este Titus con la esfera pintada con la  inscripción de Ejército Argentino es una de las estrellas de mi caja.



Seth Thomas Cottage calibre 89A - 1920 -

 Este sencillo Seth Thomas Cottage lleva en su corazón un maravilloso movimiento 89 A, que es como decir lleva lo mejor de lo mejor. En sus años este 89 A - con toques de media y horas y 8 días de marcha - fue considerado el mejor mecanismo producido por la Seth Thomas. Su fecha de fabricación es 1920, es decir, cien años. Su caja es de nogal, conserva la placa metálica de dial original con dibujo original y el estado general del reloj es bueno.





 

Ansonia Boston Extra Escape Brocot ( 1894 )

 Este maravilloso Ansonia Boston Extra tiene, a demás de un maravilloso mecanismo Ansonia, la particularidad de un escape visto Brocot que posee un efecto visual sensacional. La maquinaria es de 8 días y toque de media y horas. A las 12 se ubica la ranura para la llave para calibrar el regulador. 

El estado general es bueno, le tendré que hacer una limpieza urgente.



 

Ingraham electromecánico con alarma modelo MA1 ( circa 1932 )

 Deseo mostrarles uno de mis relojes preferidos: el Ingraham con Alarma. 

Su caja es de baquelita, modelo MA1.

Ingraham ingresó en el negocio de los relojes eléctricos en 1932 por lo tanto me atrevo a datarlo como anterior a la Segunda Guerra Mundial, período en que Ingraham paró completamente la producción de relojes civiles y se abocó a fabricar instrumental de precisión militar.

El reloj tiene un arrancador en la parte de atrás, funciona solo a 60 ciclos y a 110-125 volts.

Les dejo fotos y video del bicho negro:





Revere electromecánico con sonería Westmister modelo R-951

 Este hermoso reloj se llama Revere y tiene un mecanismo electromecánico sincrónomo que arrancaba por sí mismo, es decir, que late a la misma frecuencia que los 60 Hertz que lo alimentan y que no necesita ayuda cuando se conecta a una fuente elétrica. Alguna vez los mecanismos electromecánicos de la Warren Electric Clocks ( o la Warren Telechron Company, como se llamó luego )  fueron mayoría abrumadora en relojes patrón y relojería doméstica en USA antes, durante e inmediatamente después de la II Guerra Mundial. 

Henry Warren fue un inventor y precursor de nuevas tecnologías, además de un apasionado por la decoración y el diseño. Fue el padre, mentor y alma de la Warren Telechron Company, que posteriormente en 1943 pasaría a formar parte de la General Electric Co., una de las empresas asociadas a Warren.

Warren, además, es muy recordado por sus relojes Art Decó, con firmas de los muy prestigiosos diseñodores John Rainbault e Ivan Bruce.

Telechron supo comercializar sus mecanismos y compartirlos con otras empresas relojeras. Tal el caso de Walter Herschede ( dueño de la Herschede Company ) que decidió fundar la empresa Revere a efectos de comercializar relojes con mecanismo electromecánicos sincrónomos de la Telechron- General Electric.

También Herschede y sus Revere son recordados por sus muy bonitos diseños Art Decó ( como el reloj que las fotos, una belleza geométrica que no he visto muy a menudo ) y por la sonería Westmister acoplada en alguno de sus modelos, tal el caso del que estoy presentando. 

Últimos datos técnicos antes de pasar a las fotos: 

- Motor de 4 Watts y 60 Hertz, 110-125 Volts Telechron General Electric.

- Modelo R-951

- Sonería Westmister.







Hiroshima y los horrores con cara de reloj

 Entre lo mucho que tengo planeado hacer algún día en un posible aunque poco probable viaje a Japón, es, además de visitar el Seiko Museum, visitar el Peace Memorial Museum de Hiroshima.

En el acervo de este increíble museo ( demás está decir que la temática es obvia: la bomba, la guerra y las catástrofes humanas, naturales, sociales y materiales y sus consecuencias en el pasado, presente y el futuro ) se encuentran algunos relojes.
Me enteré hace relativamente poco sobre estos relojes, leyendo el libro Cartographies of Time. La mayoría de ellos está en un estado calamitoso y que además no forman ya parte de lo exhibido al público. La decisión de no exhibirlos creo es acertada: la hora trágica, que quedó clavada a las 8.15 am, mas el grado de exposición de las piezas a la radiación hacen que su deterioro forzado sea mucho mas evidente que en otro tipo de materiales.

Dos curiosidades: la primera, que la mayoría de los relojes que posee este museo no están en exhibición directa y solo se muestran sus réplicas; la segunda, que algunos de los relojes del museo, dando vueltas por otras muestras y exhibiciones de museos ‘amigos’ , desaparecieron. Posiblemente por los robos por encargo de coleccionistas sin escrúpulos. Desde hace unos años a esta parte los objetos rescatados en Hiroshima y Nagasaki - sean éstos relojes o no - son altamente valorados y muchos coleccionistas los tienen en cuenta.

Por supuesto, todas las fotos son de la red.

Empezaré con uno de los relojes que ‘desapareció’. El reloj, perteneciente al PMMH, se esfumó en 1989 en New York mientras el reloj formaba parte de una exhibición en el edificio de las Naciones Unidas. El reloj perteneció a un caballero de apellido Mikamo, que había sido fotógrafo imperial en el siglo XIX. La donación de la pieza corrió por cuenta del nieto del fotógrafo.



El siguiente reloj de pulsera perteneció a un caballero de apellido Kawagoe. La marca del reloj es IRAS. 


El próximo reloj es lo que queda del reloj pulsera que perteneció a Ozue Okamoto, que era una chica de 20 y que falleció al día siguiente de la bomba, el 7 de agosto. El reloj fue donado al museo por un familiar.


El siguiente reloj de colgante-bolsillo de marca Bufalo, perteneció a Watanabe Kojito, que no estuvo presente en la explosión de la bomba pero sí trabajó en la demolición de edificios luego de la explosión. La exposición a la radiación mató a Kojito en pocos días. El reloj, como ven, al no haber estado expuesto directamente a la explosión se conserva bastante bien.

El próximo reloj es uno de bolsillo Moeris. Perteneció a Kengo Nikawa. Este hombre sí estuvo directamente expuesto a la bomba, aunque a 1600 metros de distancia. También era trabajador de demoliciones.


Y por último, fotos de otros relojes de la colección. También dejo enlace si desean más información:










Esta nota la publiqué en enero de 2021 aquí:



El reloj de Doomsday

  El Doomsday Clock es la representación de peligro atómico cuya analogía es un reloj que marca la medianoche como guerra nuclear o catástrofe mundial y la aguja minutera es la que relaciona dichos peligros con el nivel de agresividad, guerra, enfrentamiento entre naciones y la escalada armamentística nuclear y de armamento inteligente y de destrucción masiva. En las fotos del libro notarán que a veces la minutera está mas cerca de las 12 que otras; pues es el 'termómetro' de este grupo de científicos para plasmar lo que, a su entender, cuan cerca estamos o estuvimos de explotar por los aires.

La creadora de la ilustración fue la artista plástica Martyl Langsdorf ( que estaba casada con uno de los científicos del horroroso Manhattan Project ) y a partir de 1947 el reloj Doomsday cubre la tapa de la revista científica Bulletin of the Atomic Scientist.

Primero les dejo unas fotos de cómo se ven los relojes en las páginas del libro Cartographies of Time y luego otras imágenes más de fotos de la web con el reloj de Doomsday. En las imágenes de la web podrán ver claramente cómo los científicos del llamado Chicago Atomic Scientist - que en sus inicios estuvo formado por integrantes del Manhattan Project - miden el peligro de que el planeta estalle por el aire. Las imágenes no están traducidas pero son muy fáciles de leer y sus gráficos muy elocuentes.






Para terminar, y sin peligro de desviarme de tema, a quién le interese dejo una reseña de este libro, Cartographies of Time, que no es ajeno a la temática horológica: cómo se medía el tiempo en forma gráfica y cómo se lo representaba en la última parte de la Edad Media hasta el 2000.

¿ Alguna vez se preguntaron cómo dibujamos o representamos el tiempo... ?
En mi caso sí me lo pregunté.
También se lo preguntaron los profesores de historia y académicos universitarios Daniel Rosenberg y Anthony Grafton, que en 2010 pusieron a consideración del mercado editorial este maravilloso libro, Cartographies of Time.
Por supuesto, el tema de contar y analizar cómo la humanidad representa el tiempo es inmenso y casi infinito. Por lo tanto los autores, con un criterio algo eurocentrista ( que no es bueno ni malo, es... ) desarrollaron un análisis de la representación temporal en Europa y USA desde 1450 hasta el 2000.

¿ Y cómo es que los autores encararon el libro, se preguntarán ustedes ?
Pues por el aspecto de la representación gráfica, ya que es una de las herramientas mas importantes para organizar información. La representación gráfica está presente entre nosotros desde que el humano empezó a apuntar, anotar y contar.

Hay muchas cosas muy evidentes que, por ser tan evidentes, se nos escapan de nuestro plano de observación: primero, que la línea de tiempo está presente en los relojes ( traducidos en los índices, puntos o tacos de la esfera ); segundo, que el lenguaje del tiempo está salpicado con figuras espaciales; tercero, que la línea gráfica de tiempo propiamente dicha es una representación moderna.

¿ Cómo representaban el tiempo antes de la línea... ?
Pues se representaba de diferentes maneras.
Eusebius ( siglo XIV ) lo hizo a través de tablas cronológicas - coincide con la aparición de los codex -.
Otros autores medievales utilizan figuras: árboles ( Schedel ); burbujas narrativas ( Rolevinck ); Faust ( cuerpo humano ); diales de relojes ( Budova); en forma de computadora ( en 1540 Petrus Apianus creó la primer computadora analógica de forma circular ); disco cronológico ( Weigel ); y puedo seguir enumerando mucho mas...

La línea de tiempo propiamente dicha se la debemos a Joseph Priestley que en 1765 publicó Chart of Biography, primer intento de conceptualizar las cronologías de forma científica y la traducción de datos a una forma visual en escala. Sin embargo, el tratado cronológico mas popular del siglo XVII fue Theatrum Historicum de Helwig. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la separación entre cronología religiosa e historia secular recién empieza en el siglo XVIII. Las derivaciones de dicha separación redundaron en una catarata de nuevas y constantes recopilaciones de datos, el abordaje recopilatorio y cronológico de otras Artes ( pintura, literatura, viajes ) y nuevas formas de representación de información por medio de metáforas, alegorías y tablas comparativas.

Ya en territorio de USA, los autores hacen una muy importante reseña de inventores, historiadores y religiosos que se lanzaron a crear nuevas maneras de representar el tiempo y sus hitos mas importantes. Entre los nombrados puedo destacar a Blanchet ( Sahale Stick ); los palos-calendario de los Winnebago ( Lakota Winter Counts ); Mede ( Claris Apocalyptica ); o el acordeón histórico de Sebastian Adams.

Es casi imposible hacer una lista de todos aquellos nombrados en el libro y de las implicancias e importancia fundamental que científicos y académicos como Marconi ( registros telegráficos ); Jules Marey ( registro de datos en tiempo real ); o Galton y sus mapas geográfico-climatológico tuvieron y siguen teniendo hoy día. Ya en el siglo XX los gráficos exponenciales, o la entrada de las corrientes artísticas y de pensamiento en la representación del tiempo dieron un vuelco revulsivo y estético en la cartografía del tiempo en todas sus formas.

El libro está muy bien escrito, muy ameno en su diagramación, compaginación, papel de primerísima calidad, gráficos y fotos excelentes y arte de tapa muy logrado. Si he de ponerle un punto negativo a la edición es que no tiene cubretapas. El detalle del cubretapas no es menor: en un libro de gran calidad y que cuesta bastante ( unos 200 dólares, nuevo ) por lo tanto es algo que debería haberse tenido en cuenta.

Datos finales sobre el libro:
- El de las fotos es primera edición, 2010. Impreso en China.
- 272 páginas, papel excelente. Tapa dura, sin cubretapa.
- Su distribución es la siguiente: Agradecimientos, 8 capítulos, notas, bibliografía, créditos, índice.



Esta nota la publiqué en enero de 2021 aquí:

Reloj de Bernatchez- Winiger : Black Watch

  De la fusión de un artista plástico y un relojero puede salir algo interesante.

Sobre todo si no hay un presupuesto infinito tipo "Jeff Bezos encaprichado" y el talento puede mas que las ganas de sentirse inmortal.
Existe un reloj llamado BW ( Black Watch o Bernatchez- Winiger). Es el resultado de la unión entre el artista Patrick Bernatchez y el maestro relojero Roman Winiger.
El reloj monta un calibre ETA 2824 modificado y caja de acero fabricada especialmente.
Se preguntarán qué tiene de raro... pues lo raro es que posee una única aguja que tarda 1000 años en completar el recorrido de 12 a 12.
Esta pieza es única y forma parte de la instalación Lost in Time que recorre el mundo desde 2010.
Ahora mismo el reloj está en exhibición en la Galería Site de Santa Fe ( New Mexico ) y forma parte de la muestra Future Shock.

Me perdonarán la única foto que le saqué al reloj, es un horror.
Primero unas tomas de la presentación de la muestra en la galería Site seguida por la nota que se antepone antes de entrar en el espacio semioscuro donde el reloj se exhibe. El cuarto donde el reloj está tiene amplificadores de sonido que simulan un tic tac.
Sinceramente me impresionó.

http://www.patrickbernatchez.org/pagebw/






Publiqué esta nota el 10 de junio de 2022 aquí:


Y en 2018, aquí:

Mi Otona No Kagaku y los Relojes Edo Shogún

 Mi interés por los relojes Edo-Shogún se remonta a 3 décadas atrás. He leído y estudiado sobre ellos y por fin me animo a resumir un poco lo que hasta ahora he podido averiguar sobre ellos. 

Empiezo por el principio y no sin antes comentarles que no hay bibliografía en español sobre relojes Edo, lamentablemente. Los libros consultados fueron los siguientes:

- Japanese Clocks de Mody

- The Evolution of Clockwork. de J. Drummond Robertson. Magistral pincelada de época. Tiene una superlativa sección de relojería japonesa.

- The history of Clocks and Watches. Autor: Eric Bruton.

-  The Worlds Great Clocks and Watches. Autor Cedric Jagger. Jagger fue curador de la colección de la Worshipful Company of Clockmakers. Toda una eminencia.


Escribir sobre un tema complicado, y para peor poco entendible, retorcido y bifumunado por nuestra propia concepción del tiempo es un desafío.

Hace tiempo que quiero escribir algo coherente sobre relojes japoneses y no me sale.

Quizás sea porque no termino de poder digerir las sucesivas lecturas que he tenido sobre el tema.


No sé ustedes... pero mi técnica cuando no entiendo una cuestión es dejarla reposar un tiempo y volver a ella. Pues eso he hecho con los años. Hace un lustro mas o menos que estoy masticando este tema de los relojes japoneses, tratando de leer lo que mas puedo y a la vez tratar de desarmar y volver a armar este enigma. Que no está completamente resuelto pero que bueno... sigue siendo un desafío.


Supongo que cada vez que alguno piensa en relojes japoneses se materializa en la mente una imagen de Seiko, Citizen, Casio. Pues eso mismo me pasaba, hasta que entré en el mundo de los wadokei y no volví a salir.


Empiezo por el final.

Luego de 1868 termina el proceso civil Shogún en el Sol Naciente y se reinstaura el Mikado, es decir, la vuelta del Emperador y la nobleza. Se abre Japón al mundo, empieza nuevamente el intercambio comercial interrumpido en 1603 con la sola excepción de los Holandeses. Que quizás fueron tolerados porque ellos no trataron de imponer ningún tipo de culto o costumbres.


Los primeros relojes mecánicos que entran en la hermética sociedad japonesa son los traídos por los portugueses en 1542, cuando estos intrépidos navegantes asoman la naríz por allí. Pero rápidamente son invitados a retirarse junto con los españoles e ingleses. Para 1552 ya no quedaban europeros en Japón a excepción de los holandeses. Quizás el último portugués en salvar el pellejo antes del bloqueo fue San Francisco Xavier, que viendo que el horno no estaba para bollos decició marchar a China... donde nunca llegó. Pero esa es otra historia.

 

Ya dije que la única excepción fueron los holandeses. A quienes se les permitió un muy pequeño cupo de intercambio comercial, sobre todo ligado a las armas. El japonés es un pueblo guerrero por excelencia y las armas de fuego y perchechos militares eran bienvenidos, estudiados, y eventualmente copiados. Los japoneses, además de excelentes guerreros, eran y son una cultura con una envidiable ductibilidad manual. Muy pronto aprendieron a copiar y fabricar mosquetes, sables, pistolas... y relojes.

Los relojes que habían llegado al Japón eran inservibles, al modo de ver japonés. Pues en el Sol Naciente el tiempo se medía de manera diferente a la occidental. Ellos seguían y siguieron utilizando el sistema chino hasta 1873.


Se preguntarán... Qué es el sistema chino de medir el tiempo.

Pues es... una tortura china.


En pocas palabras... es tan tan difícil dar un pantallazo de una cultura tan diferente a la nuestra...

En China los elogios son denigrantes, y las críticas una bendición. A los elogios se los conoce como “el beso de la muerte”. Y lo dado, lo obvio... se usa para esconder lo esencial.

Aparco un momento lo que acabo de decir... y sigo con la hora de japón.


Trataré de explicarlo de la siguiente manera:

Cada vez que los comerciantes holandeses eran llamados al palacio del Shogún de la región para ellos era un dilema.El llamado tenía una hora específica, precisa, y horrendamente puntual. Llegar tarde ante el Shogún era una afrenta que se pagaba con la muerte. No muerte honrosa, a la japonesa, en la que el sufrimiento y la agonía tienen dignidad y valentía. A los holandeses, de llegar tarde, les tocaba un sablazo y a rodar la cabeza...

Los holandeses tuvieron que aprender muy pronto cómo leer la hora en los relojes a la manera japonesa. Relojes que marcaban 6 horas en dos ciclos, cada hora diferente dependiendo de la época del año y que además tenía adosado uno o varios calendarios astrológicos que combiandos podían llevar a una confusión total.

Los japoneses habían adaptado aquellos pocos relojes europeos llegados entre 1542 y 1603  a su sistema de medir el tiempo. Y muy pronto empezaron a fabricarlos.

Los números 6, 5 y 4 correspondían al atardecer, cuando empezaba el día ( para ellos ).

El 9, 8 y 7 corresponden a la medianoche.

El 9 es un número muy energético y sagrado, todavía en 2019.

El 6, 5 y 4 corresponden al amanecer.

Y los números 9, 8 y 7 al mediodía.


Les dejo un par de diagramas que robé descaradamente de internet así pueden ver cómo era y es la manera china y japonesa tradicional de medir el tiempo:



 


Luego de pensarlo mucho me dí cuenta que esa manera japonesa ( china ) de medir la hora tiene una enorme sensatez. Esta manera de medir el tiempo se corresponde con la hora natural. Los días en verano son mucho mas largos, las noches cortas. Por lo tanto las horas del día duran mas... y las de la noche menos. Para mí... tiene sentido.

En el siguiente diagrama pueden ver que las horas son diferentes y duran diferente según la época del año.



Paso ahora a la esfera del reloj.

Por lo general tenían una doble esfera con un disco fijo o disco móvil.

Durante 200 años se usó un disco fijo y la única aguja que marcaba las horas daba vueltas por el dial.

A partir de las primeras décadas del siglo XIX el disco se transforma en móvil y la única aguja fija.

También hay un cambio en cuanto a los relojes: durante 200 años solo se usaron relojes con foliot o doble foliot con escape verge y con pesas. Y fue recién en el nacimiento del siglo XIX que llega el péndulo a Japón. Siempre tengan presente que las fronteras estaban en muchos aspectos cerradas.


En las esferas podían verse los números 9, 8, 7, 6, 5 y 4 y/o los signos del zodíaco mas los Elementos o componentes celestiales. Los Elementos son 5: madera, fuego, tierra, metal y agua. Y a su vez estos elementos se dividen en dos: elemento puro y envejecido o tratado por el hombre.

Dado lo cual, si combinamos los signos del zodíaco con los elementos puros nos da un total de 60.

Imaginen entonces lo que sería mirar un reloj de esos para un holandes...


Por regla general, sin embargo, los relojes solían traer solo los signos del zodíaco en la esfera. Los otros tipos de relojes, con mas lecturas y calendarios, estaban reservados a los Shogunes y señores de la guerra o monasterios


Alguno de ustedes se estarán preguntando, como yo lo hice en su momento, de por qué no se usaban los números 1, 2 o 3. Pues no se usaban porque eran de uso sagrado, solo los monjes tenáin permiso de utilizarlos.


Ya comenté, entonces, cómo se dividía el día y noche en Japón en la era Shogún: 6 horas para el día, 6 para la noche, las horas de diferente duración dependiendo la época del año.

Cada hora se llamaba Toki, cada Toki estaba dividido en 10 Bens y cada 10 Bens estaba a su vez dividido en 10 Rins.

Les muestro unas esferas de relojes:




Otro tema interesantísimo asociado con este tema son los calendarios japoneses.

Que se siguen usando en la actualidad, además del que comunmente se usa en occidente.

Como es un tema complicado para mí - no termino de entenderlo del todo - me limito solo a dar un pantallazo de los 4 sistemas que aún se siguen usando en Japón:

1)Uno de los calendarios está asociado al período del imperio y la casa imperial que rige. En estos momentos el calendario imperial es el Kindai; pero al momento de estos relojes el período imperial fue el Kinsei.

2)Nen-go: los emperadores en Japón deciden, aún, el calendario Nen-go, que es un período de tiempo entre dos hechos determinados al azar.

3)Ciclo de 60 años chino que fue creado en 2637 AC. Y que combina los 12 signos del zodíaco con los 5 elementos esenciales mas los envejecidos.

4)Sekki o de 24 estaciones que combina hora solar y ciclo lunar.


Terminada esta primera introducción paso ahora a mostrar alguno de estos relojes.

Que como imaginarán ya... no eran muy variados dado el hermetismo en el que vivió esta sociedad.

Los relojes japoneses, dependiendo del autor que se consulte, se clasifican de muchas maneras.

Luego de leer lo que uno y otros opinaron sobre ello me animo a decir que para los neófilos como yo es mucho mas fácil clasificar en grandes grupos: Pillar, Lantern, Bracket, Inro, formas y sistemas varios.


Pillar

Como dice ya el título... tiene forma de pilar.

Los hay de 2 metros, los hay de 30 cenímetros de altura.

Fueron los mas utilizados en esa época de Japón por una simple y sencilla razón: los japoneses, hasta no hace mucho, no tenían muebles. Sus casas tenían ausencia absoluta de muebles. Pero también había ausencia de objetos personales y/o adornos. Además las casas ( incluso hoy ) no tenían paredes compactas, todo era un abrir y cerrar de mamparas de tela o bambú. Ante esta situación...  Dónde poner el reloj... ? A esto se encontró una solución, el Pillar Clock. Que como su nombre indica se lo ubicó bajo el pilar de la casa. Estos pillar clock, al igual que el resto, debían ser calibrados cada 15 días para que respetasen el tiempo correcto de los días y las noches.


La hora se mira en el frente del reloj. El peso cae y con el la aguja que marca la hora.



En este caso verán un Pillar Clock que tiene ya las desviaciones dibujadas en la tapa de enfrente así no necesitaba calibraciones posteriores.

 


Lantern


Muy parecido a el Lantern Clock inglés y holandés. Su característica principal es que es un reloj de pesas con doble foliot y verge. El doble foliot responde a que uno era para el día y el otro para la noche. Y las pesas por lo general estaban escondidas bajo una estructura en forma de paralelepípedo.





Bracket


Se parecía mucho al lantern, pero sin pesas. Se le daba cuerda.



Inro

Inro es una cajita de medicinas que los japoneses portaban aquí y allá. Los kimonos, la vestimenta japonesa por excelencia no tenían ni tienen bolsillos. Por lo que lo que se tenía que llevar de medicina se llevaba en el Inro. Pronto se adaptaron Inros para llevar relojes.



También hay otros relojes, sobre todo aquellos de viaje o que funcionan por su peso ( para mí son los mas interesantes ). Pero por una cuestión de que no se me duerman aburridos... sigo con el tema.


Pues luego de esta introducción iré al tema en sí por el que escribo y que me motiva a molestarlos con estas cosas raras.

¡ Tengo una Otona No Kagaku !

( ya sé... se estarán preguntando qué será una Otona No Kagaku... )


Otona No Kagaku fue una revista científica japonesa para adultos.

No fue específicamente una revista de relojería aunque muy frecuentemente hablase de relojes y trajese relojes mecánicos para armar.

Algunas veces, como ya dije, la revista traía un kit para ensamblar un artefacto, máquina y/o aparato.

Esta interesantísima publicación solo editada en japonés fue responsabilidad del gigante Corporativo nipón Gakken que en su rama Editorial tiene un segmento especializado en publicaciones científicas, didácticas y técnicas. Es acá donde se ubicaba la Otona No Kagaku. Que en cada número venía con un tema específico. Como habrán notado estoy hablando en pasado porque creo que la revista ya no se publica.

La que verán a continuación es la revista número 28 de 2010. Este número tenía el tema específico de relojería japonesa tradicional. Otro dato curioso sobre la Otona: no tenía una frecuencia determinada. Tanto podía publicarse semestralmente, trimestralmente o un solo número anual. Eso se debió, creo, a la complejidad del tema, el kit que acompañaba la publicación y la política de publicación de Gakken.

Como comprenderán... de japonés no entiendo nada. Aún así me fue posible armar el magnífico reloj Edo ( época de los Shogún ) con Foliot y Verge que venía en la caja adosada a la revista.

¿ Y por qué un doble Foliot ? Porque uno funciona para el día y el otro para la noche.


El reloj es sencillamente fantástico. Y la revista, aún en japonés, es maravillosa.












Publiqué esta nota el 10 de septiembre de 2019 aquí: 


https://www.foroderelojes.es/threads/otona-no-kagaku.57535/