Los relojes del Hipódromo de Palermo

 Si es que he de entrar en plan de confesiones debo gritar: ¡ Buenos Aires me está atrapando ! Poco a poco la ciudad me acuna y me arropa, me hace partícipe de sus joyas arquitectónicas y sus espléndidos museos y paseos.

El Hipódromo de Palermo deja sin aliento a los curiosos no afectos al juego, apostadores, turistas, paseantes y buscadores de imágenes. Es sorprendentemente bello por donde se lo mire.
El motivo por el que me acerqué al Hipódromo no ha sido, sin embargo, su historia rica en barroquismos de épocas de oro sino los relojes que allí hay: un reloj centenario de 4 caras y unos relojes monumentales Longines que son bellísimos.
Recomiendo el paseo por varios motivos: el lugar es fantástico para visitar aunque no interesen las carreras o los caballos: la atmósfera, la pista, los edificios y las bellas galerías son motivo suficiente para admirar sin gastar un solo centavo.
Altamente recomendable.

http://www.palermo.com.ar/es


















Esta nota la publiqué originariamente el 16 de enero de 2016 aquí:


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