El origen del nombre y reloj es poco claro: empezaron a surgir en los '50 y hasta los '70. Y coincidió con el surgimiento y ocaso del movimiento artístico Vomit, que se caracterizó por trabajar con resinas y polímeros, piedras y rocas, hojas secas y plásticos.
A veces el cuerpo de resina y piedras de los relojes Vomit era fabricado por algún aficionado.Otras veces la resina rellena con piedras venía firmada por algún artista prestigioso.
Tengo esa suerte: mi Vomit viene firmado por Bovers, antigua casa de artesanos y diseñadores de la ciudad de Denver.
La cuestión es que estos simpáticos Vomit fueron en su época el grito de la moda en relojes 'juntapolvo' e innecesarios.
Y estos Vomit tenían la particularidad de calzar mecanismos electromecánicos Lanshire, empresa de Chicago que registró marca en 1954 ( en rubro: relojes eléctricos en kit para armar, según el US TradeMark Index de Meyers ) y que sucumbió a la crisis crónica de quedar en el nicho de la tecnología obsoleta mucho antes de que termine el segundo milenio.
Si hago caso a algunas fuentes consultadas, Lanshire ha tenido parte en el desarrollo estético de este reloj y así catapultarlo dentro del movimiento artístico Vomit, movimiento que incluyó a escultores, diseñadores y artistas plásticos.
Pero si leo y hago caso a otras fuentes, Lanshire nada tuvo que ver en el movimiento artístico Vomit y ni siquiera en la apariencia de estos relojes en sí. Solo una casualidad ( el hecho que vendiese movimientos de reloj electromecánicos para armar ) hizo que sus calibres fuesen los ideales para las carcasas de resina y piedra de los Vomit.
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