Hace un tiempo una de mi jefe se apareció por el taller de costura y le mostró este reloj. El Juvenia de bolsillo (que ya verán en las fotos) había pertenecido a su padre y la señora desconocía cuándo lo había comprado, dónde y por qué. Al papá de la clienta de mi jefe no le gustaban los relojes, y entonces, encontrar a esta maravilla entre los artículos atesorados por su padre fue una sorpresa.
Cuando la señora consultó con mi jefe, él le contó que yo colejunto relojitos y que quizás me podría interesar. Días mas tarde mi jefe me mostró el reloj y quedé completamente fascinada. Nunca jamás había visto nada igual. Y entonces quedamos que él averiguaría el valor del Juvenia.Por lo tanto enorme fue mi sorpresa ( siguen las sorpresas) cuando la mujer le dijo a mi jefe que me lo regalaba... ( él le contó que los relojes que entran en el núcleo duro de mi colejuntación no salen a la venta bajo ningún punto de vista). ¿ No es locoooooo...? La señora me regaló el reloj de su papá... ¡y no me conoce!
No hay comentarios:
Publicar un comentario