Supongo que aquella Alemania brutal necesitaba de relojes precisos, duros y confiables para sus trabajadores. Este Ruhla cumple acabadamente con aquellos preceptos de la ex RDA: servir a los propósitos de un estado elefantiásico, insensible e ingrato con ritmo, simpleza y falta de ostentación. Los Ruhla representaron en su momento una suerte de status; sus portación connotaba contactos importantes en el partido a la vez que denotaba una violencia simbólica para con aquél que no era merecedor de tenerlo en la muñeca.
Este hermoso reloj tiene un UMF 24-33 de 7.75 `` y ningún rubí.
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